CONSIDERACIONES AL PROYECTO DE REBAJA ARANCELARIA

Joaquín Mateo Estévez, Notario de Málaga.
 

 Dada la gravedad de la actual situación económica, cuya recuperación, según reconocidos analistas, será lenta, la rebaja arancelaria proyectada es, al menos, injustificable por las siguientes razones:

 1.- Tal estado de cosas en materia económica ha golpeado a todos los sectores económicos, incluidas las Notarias, cuyos ingresos podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que se han reducido en una media de, al menos, un CUARENTA POR CIENTO, dificultando enormemente la viabilidad económica de las mismas y poniendo en riesgo un importante número de puestos de trabajo y el bienestar de las familias de nuestros empleados y el de las nuestras propias.

 Si el Gobierno pretende hacernos participes, con esta medida, de la grave situación económica que vivimos, la tozuda realidad se le ha adelantado con la importante reducción de ingresos sufridos por las Notarias como consecuencia de la considerable disminución producida en el otorgamiento de escrituras de compraventa, prestamos hipotecarios y de la diversa documentación mercantil.

 2.- Tampoco la justifica la “hipotética reducción” de costes como consecuencia de la implantación de medios tecnológicos, que, si bien facilitan el trabajo, no han impedido el importante incremento de costes que hemos sufrido, desde el año 1989 en que se aprobaron los actuales aranceles, como consecuencia del incremento del coste de la vida, cercano al 100 por ciento desde dicho año, en materia de electricidad y otros suministros, rentas arrendaticias o adquisición de inmuebles para fijar la base física de las Notarias, impuestos municipales, sueldos, Seguridad Social y demás costes que sufre cualquier empresa.

 La hipotética reducción de costes que la implantación de medios tecnológicos pudiera haber producido, de modo alguno ha absorbido ni amortizado los mayores gastos que el incremento del IPC y el mayor nivel de vida de nuestra sociedad ha repercutido sobre el sostenimiento de la oficina notarial.

 Sin lugar a dudas la oficina notarial soporta, hoy día, mayores y más importantes gastos que en los años anteriores, gastos que irán en aumento en los años venideros, lo que hace injustificable la rebaja prevista en el escenario actual de crisis y reducción de trabajo.

 Y tal falta de justificación es aún más patente, si se tiene en cuenta que, desde el año 1.989, y con una inflación soportado de, al menos, un 100%, los aranceles notariales solo han sido objeto de reducción a través de diversas disposiciones normativas, llegando en algunos casos al “ gratis total “, como en los aumentos de plazo de los prestamos y en el proyectado arancel de las copias simples – 1 euro – que ni siquiera cubre el coste real de las mismas y que podría constituir un elemento de abuso en personas poco responsables, que exigieran continuas copias simples, dado su insignificante coste. Su coste no llegará a cubrir ni siquiera el coste que la emisión de su factura conllevará.

 3.- Es injustificable como medida anticrisis, pues la incidencia de los costes notariales en el monto total de los gastos de las transacciones formalizadas ante Notario es mínima. Basta para ello analizar el porcentaje que representan los honorarios notariales en comparación con el coste total de las transacciones.

 Por ello, una medida que va a dificultar el mantenimiento de la oficina notarial, reduciendo sus ingresos, ya de por sí reducidos por el impacto de la crisis y la importante reducción de transacciones, más que beneficiar la actual situación económica, lo que puede contribuir es a su empeoramiento con el despido de personal que pudiera producirse.

 - Es una medida contraria a la Ley de Tasas y Precios Públicos, muy especialmente en lo relativo al arancel de las copias simples, pues ni siquiera tan importe cubre una parte mínima de su coste real. En el coste de la copia simple incide el papel, la tinta de impresora/fotocopiadora, amortización de maquinaria, el tiempo de trabajo requerido, la confección de la minuta y otros factores como la electricidad, todo lo cual la harán antieconómica.

 Y si para reducir costes, hay que remitirla telemáticamente, aparecerán otros inconvenientes:

 . Obligaría al ciudadano a tener cuenta de correo, aunque, en uso de su libertad, no quisiera tenerla.

 . Reduciría la seguridad, pues la copia remitida telemáticamente es fácilmente manipulable, salvo que se remitiese en formato PDF, lo que conllevaría una mayor carga de trabajo y la haría aun más antieconómica.

 . Al menos, dos copias simples habría que expedirlas en soporte papel para presentar ante Organismos Públicos – Ayuntamientos y  Consejerías de Hacienda de las Comunidades Autónomas- que no las aceptan sin estar selladas por la Notaria.

 . Podría llegar a ser un instrumento para un ejercicio abusivo de un derecho – el de obtener copias-, si algún ciudadano, dado su mínimo coste, se dedicara a solicitar continuamente copias simples, con un claro entorpecimiento de la oficina notarial.

 La medida proyectada es un insulto a la inteligencia y un ejercicio de pura demagogia al convertirla como la primera medida anticrisis a aplicar, sobre todo si se tiene la escasa o nula incidencia que va a tener sobre la situación económica no solo por el pequeño porcentaje que representa en el coste total de la transacción sino también por el reducido numero de transacciones que se están formalizando, lo que minimiza aun más su posible incidencia beneficiosa.

 En definitiva, estimo que se trata mas que de una medida contra la crisis, una medida contra los Notarios que debemos defender sin complejo alguno que los ciudadanos tiene derecho a recibir un servicio notarial de calidad, que exige gastos importantes en medios humanos y materiales y una retribución acorde con ello.

 El consejo debe ser consciente de una vez por todas que no es un órgano gubernamental, sino un órgano representativo del Notariado, aparcar el seguidismo que ha venido practicando durante su mandato y defender de una vez por todas y con toda la firmeza necesaria los intereses del Notariado, lo que redundará en una mejor prestación del servicio notarial y en un beneficio para los ciudadanos que acuden a demandar nuestros servicios.

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