José Clemente Vázquez López, Notario de Gijón.
Ningún Notario. Pero tampoco ningún Registrador. Ambos, en su sana sensatez. ¿Habéis leído las tres últimas líneas del informe de la CEOE: "... permanente guerra corporativa que aparentan tener Notarios y Registradores y que para nada facilitan el mejor servicio que, por todos, se pretende"? ¿Y si, salvo incautos, estamos de acuerdo con un llamamiento a la unidad del Notariado en consonancia, que no en comunión, con las inquietudes del mundo Registral, y si deseamos borrar la imagen que "ad extra" causa nuestro doble fraticida enfrentamiento, propiciado y alimentado por quienes han ostentado responsabilidades a ambos lados del río, pero en absoluto compartido por la inmensa mayoría de los que a diario simplemente desarrollan su función o su profesión lo mejor que saben, seria y responsablemente, qué espurios intereses obstan a ello? No sé lo que harán los Registradores. Pero sí sé lo que deberían empezar a hacer todos los electos Decanos resultado de candidatura única. Convocar a sus colegiados a una reunión, al objeto de concluir, a la vista de los últimos y precipitados acontecimientos, a quién debe dar su voto en la elección de la presidencia del Consejo General del Notariado. Sólo así su voto final estará legitimado plenamente. Pues a modo de referéndum, será un voto tranquilo. En consciencia pero también en conciencia. De no hacerlo, los colegiados que votaron por su única candidatura, tendrán sin quererlo, secuestrada e hipotecada su verdadera voluntad, al no haberla podido expresar de otra manera. De "Roma locuta, causa finita", estamos decididamente hartos, porque de ciencia infusa solo está investido el Papa.
Señores: "en enero, bufanda, capa y sombrero".
Clemente Vázquez. Notario de Gijón.
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