Una historia de éxito:
Gabriel López Samanes ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado con 23 años, 3 meses y 22 días, el Abogado del Estado más joven de las últimas décadas
1.- ¿Qué nos puedes contar, Gabriel, de tu infancia, familia, procedencia…?
Nací en Madrid el día 25 de diciembre de 1992, soy el menor de tres hermanos. Crecí en esta ciudad, aunque como la mayoría de los madrileños mis orígenes familiares no radican en la capital. Mi padre es asturiano y mi madre navarra. He residido en la zona de Batán, cerca de la Casa de Campo, donde cursé mis estudios en el Colegio San Buenaventura, un colegio de los franciscanos que estaba enfrente de mi casa, donde pasé toda mi vida escolar, desde Educación Infantil hasta el Bachillerato. Ya en la ESO tenía claro que mi perfil se orientaba más a las Humanidades. Por eso cursé el Bachiller de Ciencias Sociales, dado que tenía claro que quería estudiar la carrera de Derecho. Toda una novedad, pues en mi familia nadie había estudiado la carrera de Derecho ni preparado oposiciones.
2.- ¿Y de tus estudios previos a la Oposición?
Cursé el Grado en Derecho en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) y, por lo tanto, fui de los primeros egresados del Plan Bolonia. Recuerdo con cariño mi época universitaria. Me proporcionaron una sólida formación jurídica, lo que me permitió discernir cuál era mi vocación profesional. Además, tengo que agradecer algo: la orientación que me dieron los profesores de Derecho Administrativo de mi facultad para preparar oposiciones, así como a todo el Área de Derecho Mercantil, donde fui alumno colaborador durante el último año de Facultad. En junio de 2014, me gradué en Derecho con la calificación de Sobresaliente.
«El sistema de becas debe tener como objetivo fundamental garantizar la igualdad y que cualquier ciudadano, con independencia de su origen, pueda alcanzar su máximo potencial, sin verse limitado por carencia de recursos u otras circunstancias vitales. Debe estar inspirado en la cultura del esfuerzo.» |
3.- En 2013 publicaste un artículo en El País, criticando el sistema de concesión de becas de excelencia. ¿Qué opinas del sistema de becas y cómo lo mejorarías?
Las becas son el pilar de todo el sistema educativo. El sistema de becas debe tener como objetivo fundamental garantizar la igualdad y que cualquier ciudadano, con independencia de su origen, pueda alcanzar su máximo potencial, sin verse limitado por carencia de recursos u otras circunstancias vitales. Debe estar inspirado en la cultura del esfuerzo. Esos son los dos elementos capaces de proporcionar los profesionales que necesita un país para el desarrollo integral del mismo.
4- ¿Por qué elegiste abogado del estado entre las diversas opciones funcionariales o de ejercicio libre de la profesión?
Ya desde antes de comenzar en la Facultad, tenía claro que quería ser Abogado del Estado. Me atraía la vocación de servicio público del Cuerpo. No obstante, durante la carrera también hice prácticas en un despacho privado, en concreto Uría Menéndez. A pesar de que resultó una grata experiencia continué con mi intención de preparar oposiciones. Otra razón para elegir Abogacía del Estado, fue el carácter interdisciplinar de la misma ya que se trata de una oposición que permite estudiar y conocer todas las ramas del Derecho, tanto público como privado. La decisión final de opositar la tomé en el verano de 2013, tras hacer prácticas en la Abogacía del Estado en un programa que ofrecía mi universidad y donde conocí a los que serían mis preparadores. Así, me gustaría agradecer la preparación que me impartieron Ignacio Zurdo, María Curto, Cristina Vidal, Idoya Arteagabeitia e Isaac Salama. Se los recomiendo a quienes se decidan por esta oposición.
5.- ¿Cuánto tiempo estuviste preparando en la oposición y ¿cómo se desarrolló tu vida cotidiana?
Comencé a preparar la oposición a mediados de septiembre de 2014 y aprobé el quinto y último ejercicio de la oposición el 22 de abril de 2016, es decir, en total, un año y siete meses. Gran parte de este tiempo lo abarcaron los propios exámenes dado que el primer examen comenzó en septiembre de 2015, y el día que me examiné todavía no había cumplido un año como opositor. Sobre mis rutinas de oposición, ya desde el principio empecé con un elevado ritmo de temas por semana. Comenzaba a estudiar a las 8 de la mañana y terminaba a las 15 h. Comida, un rato de descanso y volvía a estudiar a las 16,00 horas, hasta las 21 horas. Nunca me ha gustado estudiar por la noche salvo en los días previos a cada examen, cuando estiraba un poco más el estudio, pero nunca más allá de las diez y media. ‘Cantaba’ dos días a la semana, los martes y viernes, y descansaba los sábados. Esta era mi rutina diaria, aunque dicho esquema cambió un poco de cara a la preparación del segundo examen, que comenzó en febrero de 2016. Lo tuve que preparar en sólo cuatro meses, así que sólo “libraba” medio día, el sábado por la tarde. Lo necesitaba. Un examen como el segundo que era el oral de Derecho Público y, que al igual que el primero –oral de Derecho Privado,- abarcaba más de doscientos temas.
Cuando conoció el aprobado: «Es una alegría para vivir, no para describir.» |
6.- ¿Cómo recibiste la noticia de haber aprobado? ¿Qué sentiste?
Lo recuerdo muy bien. Las notas salieron el viernes 22 de abril de 2016, a eso de las 11:30 de la mañana. Yo había salido a dar un paseo sin el móvil, para calmar un poco los nervios porque pensaba que las notas saldrían un poco más tarde, a eso del mediodía. Cuando regresé a casa vi multitud de mensajes de preparadores, familiares y amigos que habían visto mi aprobado porque la lista se publicaba en la web del ministerio de Justicia. Vamos, que fui el último en enterarme del aprobado. Es una alegría para vivir, no para describir.
En cuanto me enteré fui a celebrarlo con mis preparadores y mis compañeros de academia. Otro de los premios del aprobado ha sido el contacto con mis compañeros de promoción. Somos 24 y lo cierto es que nos hemos convertido en una piña. La vinculación continúa en la distancia, aunque estamos repartidos por toda la geografía española y nos apoyamos mutuamente. Cosa muy útil, porque todos somos novatos.
7.- ¿Y qué hiciste lo meses siguientes?
Los meses siguientes han sido, y siguen siendo, una celebración continua. He aprovechado para poder pasar más tiempo con mi familia, sobre todo mis padres, mi hermano y hermana que han sido el pilar fundamental para superar con éxito este período vital. También para hacer más planes con los amigos, otro factor esencial para superar el período de oposición por el apoyo que me han ido brindado, examen a examen. Finalmente, he aprovechado para viajar estas vacaciones, una de mis grandes pasiones. Cuando opositas, vives enclaustrado.
8.- ¿Cómo está siendo tu acogida en Teruel y el comienzo de tu actividad profesional?
La verdad es que en Teruel me he sentido acogido. Desde el primer día, he recibido apoyo y cercanía tanto de personas como de instituciones y me he podido sentir plenamente integrado en cuestión de semanas. La actividad profesional resulta apasionante ya que permite adquirir experiencia en todos los órdenes jurisdiccionales, así como en la vertiente consultiva, inherente a los Abogados del Estado. También me gustaría manifestar el buen funcionamiento de las instituciones públicas y judiciales en la provincia de Teruel que no es sino el resultado de la alta calidad y dedicación del funcionariado de la provincia. En este caso, he de subrayar también el magnífico nivel del personal de la Abogacía del Estado en Teruel que no hace sino facilitar el ejercicio de mis funciones, día a día.
9.- Y ahora, tienes un magnífico futuro por delante. ¿Puedes compartir con nosotros alguno de tus proyectos?
La verdad es que siempre me ha gustado vivir en presente. Me gustaría desarrollar con éxito y dedicación mis primeros años como Abogado del Estado, y seguir vinculado al sector público en sus distintas dimensiones.
10.- De tu efímero paso por la oposición, ¿recuerdas alguna anécdota?
Si tuviera que recordar alguna anécdota probablemente haría referencia a las charlas de motivación que nos impartía una de mis preparadoras, María Curto, a mí y a mis compañeros de academia. Nos exponía un curioso símil de cómo la exposición de los exámenes ante el Tribunal debía seguir el esquema de un avión en vuelo, desde el despegue, sabiendo atravesar las turbulencias. Eran unas charlas muy interesantes y generaba optimismo.
11.- Teniendo los abogados del Estado una formación técnica tan completa, evidentemente resultan un pilar fundamental que tiene la Administración para defender el Estado de Derecho. Por ello, se ve con preocupación por la sociedad la gran cantidad de excedencias que hay en el Cuerpo. ¿Cómo reducir la sangría de abogados del estado hacia el sector privado? ¿Qué podría, en tu opinión, hacer la Administración al respecto?
En relación con el tema de las excedencias, hay que partir de un análisis riguroso de los hechos. En primer lugar, cabe recordar que la excedencia no es privilegio, sino un derecho reconocido en el Estatuto Básico del Empleado Público, por lo que hay que partir de esa premisa para poder analizar la cuestión. Una vez apuntada la cuestión precedente, hay que estudiar las ventajas e inconvenientes. Por un lado, si bien la misma puede suponer la pérdida de recursos intelectuales, no es menos cierto que la excedencia no es un proceso irreversible, de tal manera que al igual que todo Abogado del Estado puede tras cinco años de ejercicio solicitar la excedencia para incardinarse en el sector privado, de la misma forma, puede solicitar su reingreso en la función pública. Estas idas y venidas generan un intercambio de conocimiento que puede ser beneficioso tanto para el sector público, que puede dotarse de la experiencia de individuos que han pasado por el sector privado, como para el sector privado, que adquiere técnicas de funcionamiento del sector público.
En cuanto a las medidas que puede adoptar la Administración para minimizar este fenómeno, entre ellas destacaría la de incrementar la inversión en medios materiales y personales en la función pública que pueda facilitar el ejercicio profesional de los Abogados del Estado y, en general, favorecer el reconocimiento de los méritos del personal al servicio de la administración.
Sobre los notarios y registradores: «Ambas profesiones resultan claves como garantía de la seguridad jurídica, el elemento esencial de los Estados de Derecho.» |
12.- Desde la óptica de un abogado del estado, ¿cómo se ve el servicio que notarios y registradores pueden prestar a la Administración y a los ciudadanos?
Dada la formación integral que exige la Abogacía del Estado acerca del mundo del derecho, lo que he percibido es que se valora mucho el servicio que prestan notarios y registradores. Muchos no reparan en que ambas profesiones resultan claves como garantía de la seguridad jurídica, el elemento esencial de los Estados de Derecho. Además, cabría destacar la excelente formación con la que cuentan tanto notarios y registradores, derivada de las también difíciles oposiciones que hay que superar para acceder a dichos cuerpos.
13.- Pero no todo es estudiar y trabajar, ¿qué aficiones tienes?
Entre mis aficiones principales destacaría en primer lugar el cine, tanto clásico como moderno. Mis directores favoritos son Billy Wilder, Peter Weir y Woody Allen. Por otro lado, me apasiona también viajar, que es una afición que deseo potenciar en los próximos años. Me apasiona la historia, así como la política y la economía.
Muchas Gracias, Gabriel. espero que tu historia de esfuerzo recompensado anime a los sufridos opositores en su labor diaria con ellos mismos y con el programa. (JFME)
Nota: pinchar en las imágenes para obtener el tamaño completo. Las fotos de Teruel son de Ruth Marqués.
Artículo en El País.
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