CONGRESO DE REGISTRADORES SEVILLA 2019: IMPRESIONES DE UN CONGRESISTA
JOSÉ FÉLIX MERINO ESCARTÍN
Las líneas que siguen son simplemente la impresión personal de un congresista de a pie que ha disfrutado de dos jornadas intensas y fructíferas, posibles por el desvelo del Decanato de Sevilla -con Juan José Pretel a su frente- y del conjunto del Colegio -Decana María Emilia Adán, miembros del Personal y de la Junta- que se han desvelado en la organización, coordinados por Enrique Maside y Sebastián del Rey.
Lo primero que he de destacar es que no hubo “primas donnas”, quizás por la tremenda pléyade de ponentes -unos 70 creo que fueron-, con unas experiencias profesionales muy distintas, y por haber sido honrados con la presencia de muchas autoridades: locales, autonómicas, nacionales y de la Unión Europea. Por ello, me resulta difícil determinar qué intervención, sea de un ponente sea de una autoridad, destaca sustancialmente sobre las demás.
Lo segundo reseñable es que muchos de los congresistas hemos tenido un continuo dilema, porque, al coincidir prácticamente siempre dos reuniones diferentes -una dedicada a las nuevas tecnologías y otra al Derecho Europeo-, teníamos que elegir para no quedarnos, como el asno de Buridán, en el pasillo intermedio sin alimento intelectual, y francamente ha sido en muchas ocasiones difícil sino en todas y siempre quedando la pena de lo que nos estábamos perdiendo. Pero no puede ser de otra manera, porque nuestras obligaciones profesionales no nos permiten duraciones más dilatadas.
Se ha visto lo presente que el derecho procedente de las instituciones de la Unión Europea y su interpretación jurisprudencial aparece continuamente en nuestra labor cotidiana. Botones de muestra son los reglamentos de sucesiones, de regímenes económicos matrimoniales y de uniones de hecho. Y en el próximo futuro, las directivas que habrá que internalizar sobre derecho de sociedades.
Nuestra vocación de ser cada vez más europeos nos lleva a una profunda interconexión de los sistemas registrales, actuando de avanzadilla los registros mercantiles a los que han de seguir los registros de la propiedad o los registros de insolvencia.
También creo que resulta significativo que muchos de los contenidos no solo pudieron interesar a registradores (y tampoco solo a operadores jurídicos como notarios, abogados, jueces o fiscales), sino a cualquier persona con vocación de aprender y de interés por las nuevas tecnologías y/o por los desafíos que tiene el planeta que están muy bien estructurados en los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU. Puede ocurrir en los congresos que los congresistas –que van a “clase”- tengan sana envidia por el programa de acompañantes. Sin embargo, en esta ocasión puede haber ocurrido al revés, porque muchos acompañantes se hubieran quedado -a pesar de lo atractivo de su propio programa- de muy buen grado a escuchar exposiciones a poco que estén interesados en la evolución del mundo en que vivimos y sus retos.
Ha resultado muy gratificante -máxime teniendo en cuenta el ideario de esta web- observar un ambiente de fraternidad, y que no he percibido en las charlas a las que asistí comentarios acerbos de los compañeros hacia la labor del notariado y si muchas referencias a la necesidad de colaborar y a lo bueno que es el mestizaje de conocimientos y actuación conjunta entre ambas profesiones y el intentar ponerse en el lugar del otro para comprendernos mejor. Creo que también es un buen síntoma el que estuvieramos presentes un buen número de registradores que formamos parte de las dos listas electorales que no obtuvieron el voto mayoritario de los electores.
Fui con vocación de escuchar y aprender y entiendo que los objetivos han sido cumplidos, pero, más que por los conceptos asimilados (o a medias), porque los diversos ponentes que han desfilado, con un gran esfuerzo docente por su parte, ayudan a abrir la mente para seguir aprendiendo sobre los instrumentos tecnológicos y retos jurídicos que tenemos por delante
Pero no sólo han propiciado una apertura a nuevos conocimientos sino a desarrollar la conciencia de que, a nuestro alrededor, alrededor del Registro, trabaja activamente un ecosistema de emprendedores procedentes de una formación legal, pero también ingenieros o arquitectos, un mundo riquísimo en ideas e iniciativas que tiene una importante vocación de interactuar con nosotros y que poseen conocimientos que son complementarios a los nuestros con posibilidad de fructificar en diversos proyectos conjuntos de investigación o ejecución.
Ahora bien, esta pléyade de jóvenes y personas de mediana edad que “parten el bacalao” como gurús, anunciantes y autores de esta revolución tecnológica, con tremendas repercusiones sociales y jurídicas, se nota que son nativos no solo en el idioma español sino en el inglés y que incluso se deben de encontrar más cómodos hablando en este segundo idioma. Lo digo porque, cuando tienen que hablar en castellano, lo trufan con expresiones anglosajonas como si fueran castellanas ya, e incluso, a veces, usando palabras de toda la vida, pero con un significado totalmente diferente, como por ejemplo la palabra “minero” que nada tiene que ver con la acepción tradicional que se deduce de la canción “Yo soy minero” de Antonio Molina
Entiendo que no ha sido un congreso de conclusiones dogmáticas, pero sí que ha ayudado sobremanera a interiorizar que tenemos por delante un gran reto, el de seguir adoptando las nuevas tecnologías, imprescindibles para evolucionar con los tiempos.
Pero no podemos ni debemos quedar maravillados, cegados ante las luces tecnológicas y pensar que es una panacea que todo lo cura o todo lo puede proveer. En la adaptación y en el uso de los nuevos instrumentos, deben de mantenerse firmes nuestros principios de seguir prestando el servicio público que desarrollamos en las oficinas en lo posible con mayor transparencia, fiabilidad y fluidez.
La inteligencia artificial, los algoritmos y el blockchain no deben de escapar del estado de derecho.
Una muestra de esta búsqueda de prestación de nuevos servicios es REGTURI un proyecto tecnológico y jurídico del Colegio de Registradores que se presentó en el acto de clausura y que pretende dar más seguridad jurídica a la actividad de apartamentos dedicados al turismo.
Pero un Congreso también sirve para reencontrarse con muchos compañeros y amigos que, por razones geográficas hacía tiempo que no nos veíamos. Y para los que trabajamos a través de internet -bien en webs o en redes sociales- es de lo más motivante saludar físicamente a personas con las que estás cotidianamente en contacto “al otro lado de la pantalla” y que de repente se materializan. Ese aporte emocional resulta francamente gratificante y es un complemento perfecto para dos días inolvidables.
Dejo Sevilla con pena por los amigos a los que he reencontrado, pero con las pilas cargadas y la satisfacción de dos días entrañables de aprendizaje y compañerismo.
Las próximas citas se han desvelado en la ceremonia de clausura:
– Encuentro Internacional en Oporto para octubre de 2020
– Y nuevo Congreso Nacional que se celebrará en Valladolid en octubre de 2021,
Son ciudades a las que Sevilla -con su sol y con la alegría que saben transmitir los sevillanos- cede el testigo colocando muy alto el listón.
He incorporado algunas fotos, muchas caseras, hechas con mi móvil y otras cedidas por el Decanato Organizador y hechas por el fotógrafo Ángel Olivares.
La información oficial puede obtenerse en la web del Colegio de Registradores, en la del Decanato de Andalucía Occidental y en la propia web del Congreso.
ENLACES:
PONENTES DEL CONGRESO Y PROGRAMA
VÍDEO DE PRESENTACIÓN EN TWITTER.
WEB DEL DECANATO DE ANDALUCÍA OCCIDENTAL
WEB IURISTECH (incluye crónica de la parte tecnológica)
NOTICIAS DE PRENSA EN LA WEB DEL COLEGIO DE REGISTRADORES