HOMENAJE A JOSÉ MARÍA GÓMEZ VALLEDOR – CHEMA- EN SALAMANCA
(apuntes de Juan Carlos Casas Rojo)
25 DE JUNIO DE 2018
Es difícil aunar el concepto de excelencia en la doble faceta personal y profesional, pero Chema lo ha conseguido y con creces. A lo largo de su vida ha logrado que todos quienes le conocemos coincidamos en esa apreciación. Es un referente para todos y una persona que dejará huella.
José María Gómez Valledor, «Chema» para todos, nació en Madrid el 3 de Abril de 1948, aunque se siente muy leonés, pues allí discurrió su infancia. Aficionado al ciclismo, pertenece a la promoción de registradores del año 1974 y ha servido desde entonces los Registros de Astudillo, Peñaranda de Bracamonte, Ciudad Rodrigo, Valladolid y Salamanca.
Como nota curiosa, guardaba y guarda tan buena amistad con un compañero, que mutuamente se comprometieron a que el que primero aprobase la oposición ayudaría y apoyaría al otro mientras siguiese opositando. Chema aprobó antes y cumplió con su promesa.
Grandes catedráticos como Mariano Alonso Pérez, en la Universidad de Salamanca, vieron en él un alumno excepcional y le animaron a preparar la oposición. Curiosamente, años después, Chema preparó con éxito a la hija de aquel catedrático.
Sus méritos son evidentes: ha sido Decano de los Registradores de Castilla León, Delegado Provincial de Salamanca, tiene la Cruz de San Raimundo de Peñafort, y la medalla de honor del Colegio de Registradores, y ha participado en la gestación de diversas normas del Reglamento Hipotecario (se le ha citado por algún autor en cuanto creador de una teoría sobre los orígenes del Registro de la Propiedad, vinculado a la emisión de obligaciones por parte de las compañías de Ferrocarriles). Ha impartido clases en la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad de Salamanca, y con frecuencia, cursos de formación a jueces, técnicos de la seguridad social, recaudadores etc.
Ha sido durante muchos años preparador desinteresado de opositores a Notarias y Registros, en especial de los casos prácticos, dedicando muchas horas, ofreciendo soluciones, argumentos, siempre con abundante base doctrinal y jurisprudencial, pero sobre todo aportando su valioso punto de vista, muy equilibrado y racional. Esta faceta suya es sin duda una de las más valoradas. Su contribución, las largas horas que ha dedicado al servicio de los demás, sus ponderadas soluciones tras exponer siempre las dos posturas, le han convertido en un referente y ha propiciado que cientos de compañeros le estemos eternamente agradecidos por su ayuda.
En los años 90, cuando quien escribe estas líneas estaba preparando las oposiciones a Registros, con la ayuda desinteresada, entre otras personas, de Jorge Blanco Urzaiz, comprobé como en los blocs de casos prácticos, perfectamente estructurados por materias, de Jorge, figuraban reiteradas alusiones a la opinión de “Chema”, siempre después de exponer los distintos criterios doctrinales y jurisprudenciales. Un tiempo después tuve la suerte de escucharle personalmente en esa faceta, y la verdad es que fue un verdadero privilegio, como lo ha sido para todos quienes hemos pasado por él.
Pero me gustaría destacar su plano personal, que al final también se refleja inevitablemente en el profesional. Una persona excepcional, afable, bondadosa; caracterizado por su amabilidad, su cercanía, su atención, su sabiduría; siempre de buen humor, siempre utilizando el sentido común, siempre a disposición de quien lo necesita, siempre dando un buen consejo, una buena solución, siempre relacionando cada conversación con frases y anécdotas reveladoras. Su modestia y humildad llega hasta el extremo de, antes de exponer su criterio ante una pregunta, anticipar: “No te fíes de la respuesta”.
Su actitud hacia sus compañeros, hacia su familia, hacia sus empleados, hacia los usuarios del Registro y hacia los profesionales de otros gremios le ha hecho merecedor de un gran respeto y admiración a lo largo de toda su vida.
Chema se jubila, pero seguirá siendo sin duda nuestro referente y a él seguiremos acudiendo cada vez que tengamos alguna inquietud personal o jurídica. Muchísimas gracias Chema por todo lo que nos has ofrecido personal y profesionalmente, de parte de todos tus amigos, y compañeros, y también del equipo de redacción de www.notariosyregistradores.com.
Juan Carlos Casas Rojo (en nombre de todos ellos)
Reproducimos a continuación un bonito escrito que sobre la figura de Chema nos envía Sara Gómez López, Registradora de Punta umbría:
Es muy difícil hablar con algún salmantino sobre Registro de la Propiedad y no mencionar a ¨Chema¨. Si el interlocutor es usuario habitual del Registro, entonces resulta imposible. ¨Yo cuando tengo alguna duda registral, llamo a Chema¨, es una frase que he oído en incontables ocasiones. Y a continuación siempre comentarios sobre sus grandes conocimientos jurídicos, su amabilidad y su cercanía. Es complicado que haya alguna sentencia, resolución o artículo que Chema no haya leído y estudiado a fondo. Notarios, abogados, jueces y desde luego compañeros, tenemos a Chema como referente y ejemplo de conocimiento, de estudio, de cordialidad y de servicio. Y a pesar de todo ello, su primera reacción cuando le consultas alguna cuestión sigue siendo de sorpresa por confiar en él y de humildad.
Conocí a Chema a través de Teresa Alonso Prado, estupenda compañera a quien Chema preparó. El padre de Teresa ha sido durante muchos años Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Salamanca,- Don Mariano Alonso Prado (tuve la suerte de disfrutar de sus clases de Derecho Civil durante tres años de la carrera y sin duda ha sido uno de los mejores profesores que he tenido en mi vida, de esos que te hacen disfrutar la asignatura y aprender con muchas ganas)-, y fue él, el que supo ver que Chema era un alumno excepcional y le animó a preparar la oposición. Años más tarde, y por esas cosas bonitas de la vida, Chema preparó a su hija Teresa.
Tuve la suerte de compartir con él cafés y croquetas durante el tiempo en el Valentín Barriga confió en mí para llevar la accidentalidad del Registro de Salamanca 2, junto con Diego Suárez y Mauricio Prieto. Pasamos unos ratos inolvidables que recuerdo con gran cariño y de ahí surgió aún una admiración mayor, al comprobar cómo es Chema en el día a día, como le aprecia y le respeta todo el personal y como debe ser un Registrador con mayúsculas.
Cuando hace un tiempo se nos jubiló Eduardo Fernández Galbis en Sevilla, una compañera se lamentaba diciendo que en nuestra profesión hay unos cuantos SABIOS, que no debieran jubilarse nunca porque encarnan lo mejor de nuestra función, personal y profesionalmente. Entre ellos se encuentra también Chema. Deberían permanecer siempre para enseñar la grandeza de esta profesión, con su saber hacer, su humildad, su trabajo continuo y su trato con el personal y con el público. Solo me queda darle las gracias por todo y desearle lo mejor en esta nueva etapa.
Sara Gómez López, Registradora de Punta Umbría.