En el 10º Aniversario de la Gran Crisis: ¿Quién tuvo la culpa?

Admin, 27/08/2016

 

Daniel Iborra Fort,

Notario de Vilafranca del Penedès

 

“Es muy importante que los ciudadanos tengan consuelo y reparación en las catástrofes sociales, pero creo que es todavía más eficaz que los gestores públicos cuenten con preparación e inteligencia suficiente para que no se produzcan”

 

La crisis puso en evidencia no sólo fallos del sistema legal de protección de la ciudadanía en las crisis económicas sino, también, graves defectos estructurales en el funcionamiento de nuestra sociedad: educación deficiente de los ciudadanos, especialmente en economía ( como reiteradamente han puesto de manifiesto los informes sobre nuestro nivel educativo), la falta de independencia y de profesionalidad de buena parte de nuestros medios de información, la ausencia de responsabilidad y preparación técnica de gran parte de los dirigentes de las entidades financieras que finalmente acabarían desapareciendo, la falta de formación y compromiso social de dirigentes sociales, culturales y sindicales de gran resonancia pública y la gran incompetencia de la clase política dirigente.

El problema es que, al no haber hecho una autocrítica sobre lo sucedido en la gran crisis económica nuestra y no corregir los fundamentos de la misma, sus efectos negativos fueron alargándose con las dañinas políticas económicas posteriores

           “Antes de la crisis inmobiliaria de Estados Unidos teníamos una crisis propia que se ocultó, por interés o por ignorancia, por gran parte de los medios de información general hasta que apareció la tradicional excusa exterior (como siempre Estados Unidos) que permitió camuflar la responsabilidad de nuestra gestión económica” (¿Cuando saldremos de la crisis? 28 de mayo de 2008 NYR)”.

El cuadro “oficial de la crisis” (una crisis de origen exterior e imprevisible) no tuvo nada que ver con la realidad. Influyentes medios, para encubrir la responsabilidad de la gestión pública interior, la repartieron a todo el mundo y hasta a nuestros economistas y sirvió para que gestores interiores eludieran su culpa. Todo lo que sucedió, fue denunciado por nuestros principales economistas.

Seleccionamos a cuatro de nuestros mas reconocidos públicamente: Joaquim Muns, Xavier Sala i Martin, Juan Velarde y Ramón Tamames. Los tres primeros, tienen el Premio Rey Juan Carlos I de Economía y Tamames, junto con Velarde, el Premio Rey Jaime I, también de Economía. Como sabéis, son personalidades con grandes divergencias, por ejemplo, en política, pero en economía no.

Como muestra de como valoraban la gestión pública de la economía, os dejo los siguientes textos:

Joaquim Muns “Hemos tenido la mala suerte histórica de que la peor crisis en muchas décadas haya coincidido con la peor clase política en muchos años”

Sala i Martín, en febrero de 2.008 publicó un artículo “LOS MÚSICOS DEL TITANIC” en el que comparaba lo que estaban haciendo, en materia económica, Zapatero y Solbes con los músicos del Titanic.

Juan Velarde, entre los numerosos artículos denunciando lo que pasaba, recogió la siguiente sentencia de Linde de Castro “La economía española pasaba a enfrentarse a probablemente la peor situación económica central y la peor situación financiera pública en medio siglo”

Y finalmente, Ramón Tamames, “Zapatero era un iluminado rodeado de ineptos”. El 9 de febrero de 2.009, a su propuesta de hacer unos nuevos Pactos de la Moncloa, le contestó “Mira Ramón, no os enteráis, somos los que estamos mejor y los primeros que vamos a salir de la crisis”.

 En cuanto a nuestra crisis inmobiliaria, se inició el 2º semestre de 2006, el número de ventas de viviendas se redujo un 7,2% en ese año y en 2.007 un 13,93%. El 24 de abril de 2007, fue el martes negro bursátil de nuestras constructoras. En agosto de 2007, estalló la crisis inmobiliaria de EEUU. A final del 2007 habían cerrado en España la mitad de agencias inmobiliarias.

 La crisis financiera internacional comenzó en septiembre de 2008

 En nuestra opinión, sobre nosotros coincidieron dos crisis, una anterior, propia y previsible y otra posterior, internacional y más difícil de anticipar.

La primera fue consecuencia de defectos estructurales graves que arrastrábamos desde hace mucho tiempo y a la falta de adaptación de la economía española al cambio de ciclo económico.

Creo que, cuando se vio que no podía continuar la economía haciendo más casas que tuvieran salida para una demanda solvente, la política económica tenía que haberse concentrado en la promoción de cosas (bienes y servicios), con objeto de mantener la producción, la renta y el empleo y hasta el nivel de ingresos públicos.

Había que potenciar el sector productivo haciendo un gran esfuerzo para que se constituyera en alternativa para un sector de la construcción, sobredimensionado y al borde de un ajuste, incentivando su financiación y todos los procesos de reducción de costes y mejora de la calidad, intentando asegurar la competitividad arruinada por la revalorización del euro sobre el dólar, el incremento del diferencial de inflación en relación a los países competidores de la zona euro desde su introducción y por el déficit de calidad en tantos sectores que afectan a la producción (ej. infraestructuras, educación técnica, investigación, marco legal empresarial y laboral, energía,…).

 De la ruina de la crisis económica fueron cómplices una gran parte de los medios que ocultaron la responsabilidad de los gestores públicos y de amplios sectores culturales y sociales que apoyaron esta gestión.

Y es que, desde el exterior, nuestra economía se observaba con otra perspectiva. Así después del “martes negro”, el 24 de abril de 2.007, ante la caída de la Bolsa y en especial de las constructoras encabezadas por ASTROC (FADESA, SACYR, URBIS…), la prensa internacional: Le Fígaro, Financial Times, Corriere Della Sera, The Wall Street Journal, The Daily Telegraph ..ya destacaban el final de nuestro proceso especulativo.

Hasta que, en 2.011, después de los avisos en mayo de Obama (y del Primer ministro chino) y la carta del BCE de agosto, no se produjo un verdadero cambio de rumbo de la política económica, esta estuvo defendida por gran parte de nuestros medios de información.

A la crisis se la trataba como un ciclón o una catástrofe natural de origen externo sobre la que el gestor público protegido no tenía ninguna culpa y lo único que podía hacer es esperar pasivamente que desaparezca.

Pero la excusa exterior y/o anterior, impide siempre que el proceso de ajuste interior se realice con diligencia, ya que, al centrar la responsabilidad en causas ajenas, imposibilita que se corrijan las interiores que están provocando el deterioro general.

Y como el marco general en que se desenvuelve el sector productivo no mejora, tampoco lo hace la competitividad de los productos interiores y, con ello, la solución al paro y al empobrecimiento de los ciudadanos.

Esta desinformación arraigó en buena parte de nuestra población y en amplios sectores de influencia social.

El 13-1-2015, El Confidencial lo atestiguaba con el siguiente artículo de D. Forcada “Los españoles culpan a los Bancos y a los políticos europeos de la crisis económica “.

Ante semejante fracaso informativo, echamos de menos una autocrítica en nuestros medios que participaron en ella, como relataba García Montalvo “ en E.E.U.U. a los opinadores que en 2.005 hablaban de círculo virtuoso y de que el Dow Jones llegaría a los 36.000 puntos, los han eliminado .En España , esta gente que en el 2.006 decía que todo era perfecto, hoy explica como salir de la crisis”¡Cuantos dramas personales y familiares se hubieran evitado entre su clientela con una información honesta y con un mínimo de rigor!

Si eran medios de información … ¿Por qué no informaron a sus seguidores de los riesgos, para evitar que la crisis les afectara tan gravemente? ¿ Cuantas portadas y textos dedicaron a la histórica corrupción pública ligada a la burbuja inmobiliaria, a la incompetencia de la gestión económica, a la ruina que iba a provocar el estallido del boom inmobiliario, a la sobre valoración de los inmuebles, al irresponsable crecimiento del gasto público , especialmente autonómico( en el período central de la crisis , desde el tercer trimestre de 2007 hasta el mismo período de 2010, crearon las autonomías 195.000 puestos de trabajo FUNCAS) y de las inversiones inútiles y a las decisiones económicas puramente electoralistas, que estaban asentando las bases de la futura insolvencia pública o a la falta de reformas que mejoraran la competitividad de la economía? ¿Y cuantos, a los trajes, los viajes y gastos menores de los políticos (y no de todos), a personajes y temas triviales y a la denuncia selectiva de la corrupción (la de los otros)?

Y ante la gran diferencia entre lo que publicaban y lo que informaban medios tan alejados geográficamente ¿Qué les impidió contar la verdad de lo que estaba pasando?

La responsabilidad de la crisis tiene una estructura piramidal que va desde los más altos cargos públicos al más humilde de los ciudadanos que se endeudó sin solvencia, incluyendo a un montón de dirigentes políticos, financieros, económicos, sociales, culturales, de información… Pocas veces encontraremos un país que, a la vez, tanta gente no estuvo donde debió estar. Aunque el grado de culpabilidad no era el mismo.

Cuando, en agosto de 2.007, estalló la crisis inmobiliaria de EEUU, que conmocionó a las grandes instituciones internacionales y a los gobiernos de los países más importantes del mundo, apenas afectó al discurso oficial “ los efectos de esta crisis hipotecaria tendrán un impacto relativamente pequeño en la economía de España (Solbes 17-8-2007), España está a salvo de la crisis financiera (ZP.21-8-7) , el modelo económico español es un modelo internacional de solvencia y eficiencia (ZP.6-9-7), España está en la Champions de la economía mundial ( ZP. 11-9-7). Acabó 2007, con una crisis evidente y tampoco les preocupó “La crisis es una falacia, puro catastrofismo” (ZP. 14-1-8) “Los que hablan de recesión en mi país no saben nada de economía (Solbes 11-2-8). Lema de las elecciones de marzo de 2008 “Por el pleno empleo”, “Prometo crear 2 millones de nuevos empleos” (ZP.3-3-8) “España está en condiciones para llegar al pleno empleo” (ZP.7-3-8).

A finales de agosto de 2.007 las principales agencias internacionales (Moody’s, Standard And Poor’s…) avisaron de los riesgos sobre nuestro futuro económico. En su informe de 23-8-7, S&P señalaba ya que “España era uno de los países en que los efectos se sentirían más rápidamente.”

La crisis económica nuestra procede de la incompetencia histórica de nuestros dirigentes políticos y la financiera, básicamente, de la extensión de su control político sobre las Cajas.

La crisis bancaria se centró preferentemente en las Cajas que de 45 quedaron reducidas a una cuarta parte.

“En la comisión creada en el Parlamento Catalán para investigar la gestión de las Cajas hubo 2 versiones:

Para el expresidente de CAIXA DE CATALUNYA, Narcis Serra “el gran responsable es la crisis y el paro de las empresas”. El diagnóstico se parece al que utilizó Fernandez Ordóñez, ante el juez Andreu atribuyendo el hundimiento de las Cajas a la recesión padecida por la economía española”, un hecho que nadie podía prever”.

Pero, el Catedrático A. Serra Ramoneda, que fue Presidente de la misma CAIXA (1984 al 2.005), dio otra:

“Los principales responsables son los reguladores: El Gobierno, el Banco de España y la Generalitat que tenía competencias sobre las Cajas y que debía vigilar los Consejos de Administración.”.

En su libro “Los errores de las Cajas” señaló los 4 grandes:

1) Mucho riesgo. Por ejemplo, créditos a promotores que no ponían recursos propios de sus bolsillos.

2) Influencia política. Que ha provocado que cargos no ejecutivos (como Presidente o Consejero, que en teoría deberían ser honoríficos y gratuitos, como tradicionalmente lo eran en Cataluña) tuvieran salarios cada vez más altos.

3) Sindicatos. Que obligaban a aumentar salarios y a una estrategia expansionista y con ello, contratar a más trabajadores.

4) El Banco de España. Que no supo supervisar y regular a tiempo el comportamiento arriesgado y oportunista de los responsables de las Cajas.

El ex Presidente de la CECA, JR Quintás, dijo que “una de las razones de la crisis que está sufriendo el sistema financiero y en general, la economía española es la presencia, en los Consejos de las Entidades de Ahorro, de Consejeros incompetentes e ignorantes de los riesgos que supone la concesión de un crédito”.

Esta 2ª interpretación estaba mas cerca de los análisis que hicieron reconocidos economistas sobre el proceso destructivo de las Cajas: V.Cuñat, LGaricano o M. Illueca entre otros”

Vicente Cuñat y Luis Garicano, profesores de LONDON SCHOOL. OF ECONOMICS., son autores de un estudio que relaciona el perfil de los Presidentes de las Cajas con la concentración de riesgos del sector inmobiliario de las 45 Cajas existentes en junio de 2.009.

Una de las conclusiones finales es que, si las 45 Cajas de Ahorro que existían en junio de 2.009 hubieran estado presididas por el “Presidente ideal”, considerando como tal a la persona con experiencia en el sector financiero, estudios de postgrado y sin cargos políticos previos, la morosidad de estas Entidades hubiera sido 12.000 millones de euros menos que la real.

La experiencia previa, el nivel de formación y la ausencia de elementos políticos en la trayectoria del Presidente es uno de los factores, que explica que mientras la proporción de préstamos en el sector inmobiliario era en algunas Cajas del 10% de su cartera crediticia, en otras llegaba al 50% y si en una Entidades la morosidad apenas superaba el 1%, en otras estaba en el 7%.

El profesor e investigador del IVIE, Manuel Illueca, analizó las causas “interiores” de este desastre:

La Ley 31/85 había otorgado un peso equilibrado en los órganos de las Cajas a los distintos grupos de interés: 40% Corporaciones locales, 44% a depositantes, 11% a fundadores y 5% a trabajadores de las Cajas. Este reparto fue recurrido por las CCAA en el Tribunal Constitucional, que les dio la razón. Pocos años después todas las autonomías contaban con una normativa específica sobre las Cajas de Ahorro.

En muchos casos, los Gobiernos autonómicos, se auto atribuyeron una proporción significativa del derecho de voto en los Consejos a costa de los Ayuntamientos. Esto disparó la influencia política en la gestión de estas Entidades, quedando en manos de las Comunidades Autónomas y sin mecanismos de control de mercado.

En el año 1988, el Gobierno Socialista liberaliza el subsector de Cajas para permitir operar en cualquier lugar de España. Hasta entonces, sólo podían hacerlo en sus mercados tradicionales.

El control político va unido a una expansión geográfica más agresiva y a una tendencia a prestar a clientes más arriesgada fuera de su territorio. Entre 1998/2008 las Cajas multiplicaron por 10 su red de oficinas fuera de sus zonas de origen (en 2008 ya eran el 42% del total). Fuera de su ámbito natural que conocían, estaban abocados a cazar clientes de riesgo (“aunque fueran lo peor del mercado”) y se iban a encontrar con una clientela desconocida y menos fiable que la de los Bancos Comerciales y la Banca Extranjera. No es casualidad que la mayor parte de las empresas quebradas en los últimos años (el estudio se basa en 40.000 mercantiles) fueron de clientes de Cajas y no de Bancos Comerciales. Así, nula percepción del riesgo y control político van de la mano en el drama de las Cajas.

De hecho, en aquellas Entidades en el que el Gobierno Autonómico de turno se había involucrado, la concesión de créditos de riesgo ha sido mayor y el número de clientes quebrados más alto, según se desprende del estudio comparativo.

A ello hay que añadir, según nuestra opinión, su gran implicación en el desarrollo del proceso especulativo inmobiliario (Ej. Illueca: el crédito a la inmobiliaria y construcción se multiplicó por 45 entre 1988 y 2008 y por 13 en el resto de sectores, en los Bancos la evolución fue más moderada, se multiplicó por 23 y 5, respectivamente) La captación de recursos no se hizo con el método tradicional de recurrir al ahorro de los depositantes sino a los mercados financieros mayoristas.

La desaparición de tan gran número de Cajas creo que se debió fundamentalmente al cambio de gobernación de las mismas cuando aumentó la complejidad y la competitividad del marco económico donde operaban. Cajas que habían superado dos Guerras Mundiales, una Guerra Civil e innumerables crisis sociales y económicas, sucumbieron porque les faltó algo que debieron tener los dirigentes anteriores, tal vez independencia, preparación y profesionalidad.

Lo anterior da explicación a que la crisis no se llevó por delante al resto de Cajas como la CAIXA DE PENSIONS, entre las grandes o la de POLLENÇA y la de ONTINYENT entre las pequeñas, tal vez porque estaban gestionadas con criterios profesionales. No fue la crisis sino su mala gestión la causa de su ruina.

Muchos políticos han interiorizado lo del origen exterior de la crisis que parece como si no tuvieran ninguna responsabilidad en su desarrollo. Sus partidos estuvieron en el Parlamento y antes de pontificar sobre la misma deberían mostrar a la ciudadanía los proyectos e iniciativas que durante este periodo histórico presentaron en las instituciones en las que participaban para denunciar y evitar nuestros grandes problemas  :sobreendeudamiento , sobreproducción inmobiliaria, falta de competitividad del modelo productivo, utilización partidista del gasto público y de la política económica, control de la eficiencia de la administración pública, falta de adaptación del marco autonómico a los principios comunitarios…..

Tengo delante un listado de los sueldos de los Consejeros de todos los partidos y sectores sociales, económicos y sindicales, en el que aparecen con bastante frecuencia sueldos superiores a los 400.000 euros y curiosamente el más elevado era el de un diputado de Izquierda Unida con una retribución total en 2011 de 526.000 euros.

 Jesús Cuadrado, que fue diputado del PSOE (2000 a 2011), hizo las siguientes reflexiones: “..Los miembros de los Consejos de Administración pretenden pasar desapercibidos, intentan confundirse con el paisaje de la catástrofe geológica que vivimos. Incluso, algunos se atreven a recibir en sus despachos, para mostrarles su apoyo, a grupos de estafados por las “participaciones preferentes”, que ellos mismos aprobaron venderles, como un paquete envenenado que acabó con sus ahorros”…“ ..la causa decisiva está en la utilización de las Cajas como un instrumento “ extractivo” más de los partidos políticos en España”…“los principales partidos han copado estos Consejos de Administración, como si fueran una Diputación Provincial o un Ayuntamiento…”En las memorias anuales , se puede comprobar que salvo excepciones, los resultados económicos y sociales no contaban en la preocupación de estos Consejeros” “Salvo escasas excepciones, los partidos políticos , el mío también, se sienten implicados y dominan en ellos los que anteponen el “ patriotismo de partido” al patriotismo de verdad. Así que las Cajas y preferentes forman parte del bloqueo general que padece el país, quienes dominan las instituciones y los partidos bloquean los cambios imprescindibles”.

La ruina de las Cajas es un ejemplo de como acaban las empresas gestionadas por gestores no profesionales y esto es universal .Si cogemos una de las grandes empresas y cambiamos el Consejo de Administración, “abriéndole a la sociedad” o “incrementando la democratización social de las compañías capitalistas” y lo llenamos de representantes sociales de gran repercusión mediática: consumidores, ONG, Cruz Roja,  religiones diversas, de la cultura, sindicatos …, seguramente nos ahorraremos, de momento, los escandalosos sueldos a los Consejeros que hemos venido conociendo pero dudo que no acabara en  la ruina.

¿Puede una empresa ser competitiva sin que lo sean sus dirigentes? Y es que una cosa es ser gente que “nos cae bien” y otra, ser un buen gestor.

 Una comisión para conocer lo que realmente pasó tendrá dificultades para subsistir si intenta salirse del cauce de que “la crisis era imprevisible y de origen exterior y que los gestores interiores no tuvieron la culpa” pero no le faltarán textos de profesionales (Ej. nuestros grandes economistas) que demostraron que no tenían otro interés que servir a su país.

DANIEL IBORRA FORT.

Vilafranca del Penedès 26 de agosto de 2016

 

SECCIÓN OPINIÓN

ETIQUETA DANIEL IBORRA

¿CUÁNDO SALDREMOS DE LA CRISIS? (Artículo de 2008)

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