LA PRÓXIMA CRISIS ¿TAMBIÉN DIRÁN QUE ERA IMPREVISIBLE Y DE ORIGEN EXTERIOR, COMO LA ANTERIOR?
DANIEL IBORRA FORT, NOTARIO DE VILAFRANCA DEL PENEDÈS
“Es importante que los dirigentes públicos auxilien a las víctimas de las crisis pero es mejor para los ciudadanos que cuenten con gestores competentes que las eviten “ |
1.-Corrupción, incompetencia, inmadurez e irresponsabilidad:
El 19 de marzo de 2016 en Hay Derecho publiqué un artículo (Corrupción, incompetencia, inmadurez e irresponsabilidad) en el que denunciaba la falta de solvencia y seriedad de buena parte del sector informativo y de nuestros dirigentes políticos que, en contra del interés general, estaban ignorando los graves problemas sociales.
…:”Uno calibra el reto que supone para los gestores públicos y lo compara con el nivel de preparación y el comportamiento actual de muchos de nuestros políticos, ocupados en batallas partidistas y en problemas que sólo a ellos obsesionan y el tratamiento de buena parte de los medios que han acabado en especializarse en escándalos, temas triviales y de entretenimiento y, con total pasión, en el enjuiciamiento de personajes públicos y especialmente de políticos “enemigos”, vapuleados sin ningún tipo de prevención ni de garantía, en lugar de proporcionar una solvente información a sus clientes que les permita defenderse del inquietante futuro y empieza a temer que España tiene un problema de corrupción, que seguramente acabará resolviéndolo, pero hay además otros, de inmadurez, irresponsabilidad e incompetencia, que tardarán un poco más.
Lo curioso es que, si los “nuevos representantes” promovidos por la frivolidad de gran parte de nuestros medios, por su tan evidente ineptitud, nos llevaran a otra gran crisis serían estas empresas las primeras en saborear la ruina (como les pasó en la anterior). Todo ello si no son sustituidos o eliminados por los que promocionaron con tanta alegría, porque les mejoraban los índices de audiencia. Ahora bien, siempre podrán excusarse de cómo nos iban a avisar de tamaña desgracia si fueron incapaces de anticipar la suya.”.
2.-Sobre el futuro de España:
El 25 de octubre de 2017 en un artículo publicado en Notarios y Registradores, “Seguramente el futuro ya no está en nuestras manos” hicimos la siguiente previsión
“La falta de adaptación de nuestro sistema autonómico… lo hemos considerado un error gravísimo.
El sobrecoste autonómico, origen de buena parte del endeudamiento público, nos ha llevado a una situación límite.
Si se produce una elevación general de tipos de interés o de nuestra prima de riesgo, el ajuste, entonces, ya no lo harán nuestros políticos que tienen que cuidar a su clientela, sino los prestamistas exteriores que tendrán otra preocupación mayor que la electoral.
La gran deuda (1.124.961m.en julio) especialmente provocada, en los últimos años por la puesta en marcha del mecanismo de liquidez autonómico y municipal, hace que tengamos una posición vulnerable.
El FMI y la Comisión nos avisan de que el control del gasto autonómico es ”crítico para que España logre cuadrar las cuentas públicas”.
El tipo de interés medio se ha podido reducir desde el 4,07% en 2011 al 2,59 en agosto pasado por los resultados positivos de nuestra economía que han provocado la confianza de los mercados financieros y la actuación del BCE.
Pero los datos del presupuesto de 2017 ponen los pelos de punta si se produjera un incremento importante del coste de la deuda: IRPF 78.027 m., Impuesto de Sociedades 24.399 m., IVA 67.463 m, intereses 32.171m.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal fijó en más de 200.000 millones el importe empleado en los mecanismos de financiación para las Comunidades Autónomas en el período 2007 a 2015 (20 puntos de los 65 del PIB incrementados en el total de deuda, más otros 8 puntos por intereses = 86.501millones). En este mes de octubre se ha publicado que AIREF ha calculado que 200 puntos más de prima equivalen a 15.000 millones de euros.
El incremento de la inestabilidad política, o el cambio de la dirección económica a rutas menos rigurosas, seguramente intensificará la reconversión”.
Adaptación Mayo de 2018:
En abril nos viene la señal del cambio del marco general de la financiación por “la normalización de la política monetaria que constará de tres pasos, primero, el BCE dejará de imprimir dinero; en segundo lugar, pasará a retribuir los depósitos y, por último, subirá los tipos…” (La Vanguardia, 9 de abril de 2018 Lalo Agustina).
Esto está recogido en nuestro presupuesto de 2018 que, después de destacar la reducción de la factura de intereses a 31.547 millones ya que el coste medio de la deuda ha descendido desde finales de 2017 del 2,55% al 2,51% a finales de febrero ya anticipa “una senda ascendente de los tipos de interés a medida que se normalice la política monetaria“.
Y será como la de todos si cumplimos los compromisos de reducción del déficit y de la deuda y se mantenga el crecimiento actual.
De ahí que, los nuevos proyectos políticos deberían garantizar estos fundamentos para que se pueda asegurar la financiación del sector público (y sus renovaciones) y no recaigan los costes sobre los ciudadanos. Porque si 200 puntos más de prima equivalen a 15.000 millones de euros, el recorte social será inevitable y profundo (ejm previsión subida funcionarios 3.477 millones y pensiones 2.200).
¿De todo ello está enterada la población? ¿Para qué sirven los medios si no nos informan sobre lo que nos interesa? Si se genera otra gran crisis ¿dirán que era imprevisible y de origen exterior en la que los gestores interiores no tuvieron ninguna culpa y los medios tampoco?
El sobrecoste financiero de la desestabilización ¿recaerá únicamente, como siempre, en los empleados públicos, jubilados y resto de afectados y no en las empresas políticas y mediáticas que la provocaron? ¿No es ya un buen momento para exigir en los casos de negligencia, incompetencia grave y de incumplimiento fraudulento de compromisos sociales, un grado de responsabilidad semejante al que aplican a los ciudadanos?
3.- Corrupción e incompetencia:
Francesc de Carreras en un reciente artículo en EL PAIS “Mirarnos en el espejo”, el 23 de mayo de 2018, incluye esta opinión “Siempre he pensado que hace más daño un político inepto que un corrupto, aunque moralmente sea más condenable este último”.
Esta misma reflexión la hicimos en el tema de la gran crisis. Los dirigentes no supieron gestionarla, ni la vieron, creando una de las catástrofes económicas y sociales más grandes en España. Es posible que no se hubieran llevado dinero. Pero el daño que hicieron fue inmenso.
Provocado por “una gestión incompetente, potenciada por la falta de independencia y profesionalidad de una gran parte de sus medios de información y de instituciones de representación social y la apatía de buena parte de su población (“El desastre perfecto” Notarios y Registradores)
De ahí que el profesor Joaquim Muns dijera que “hemos tenido la mala suerte histórica de que la peor crisis en muchas décadas haya coincidido con la peor clase política en muchos años”.
Aunque, todo puede empeorar.
DANIEL IBORRA FORT
Vilafranca del Penedés, 29 de mayo de 2018
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El futuro ya no está en nuestras manos, seguramente