EL CONGRESO NOTARIAL ESPAÑOL:

REFLEXIONES SOBRE UN MODELO.

Salvador Torres Escámez,  Notario de Arganda del Rey (Madrid).

          Se acercan los actos finales del 11º Congreso Notarial Español, que con toda probabilidad culminarán unas aportaciones muy interesantes sobre la autonomía de la voluntad en diversos ámbitos del Derecho Privado.

          Por lo que se ha publicado sobre los encuentros tenidos hasta ahora, ha faltado, en mi opinión, una reflexión, un debate e incluso, si se me permite, una verdadera catarsis sobre la situación actual del Notariado español, situación que a mí particularmente me parece dramática y un poco catatónica. Y, por las opiniones que pulso, no soy el único en pensar así. ¿Dónde están las Asociaciones? ¿Dónde está Joaquín Costa? ¿Dónde están las Jornadas de Burgos?

          Esto nos debería llevar a replantearnos el modelo congresual que nos hemos venido dando hasta hoy. Por diversos motivos, que sería largo analizar (entre ellos, la falta de una verdadera tradición o el temor del grupo dirigente a los peligros de una situación asamblearia), en líneas generales se ha obviado cualquier verdadero debate en el seno de los Congresos sobre la situación de la profesión.

          Y puedo asegurar que no sucede así en los países más punteros de nuestro entorno notarial. He tenido la suerte y el honor de asistir a algunos congresos notariales europeos. En Italia, sobre todo, con un Notariado tan prestigioso y tan próximo al nuestro, de los tres días de Congreso, se dedica uno al menos a hablar y discutir sobre el estado del Notariado y de la Mutualidad (que ellos todavía conservan). El Presidente da cuenta de su gestión y se somete al debate y a la crítica. Y yo lo he visto en ocasiones pasar apuros para convencer con sus explicaciones.

          No cabe duda de que se producen algunas tensiones, pero, en general, la corporación sale fortalecida.

          Es importante el tema científico, que se trata en los Congresos y probablemente la sociedad española reforzará su convencimiento sobre la gran preparación de los notarios. Pero casi es más importante, sobre todo en determinadas circunstancias, el plantear ideas y preocupaciones en relación con la difícil situación de la profesión y dilucidar, de una vez por todas, qué tipo de Notariado quiere y necesita esa sociedad española y no sólo el Gobierno de turno. Para ello se requieren las aportaciones de todos los notarios.

          Ante el cierre del 11º Congreso Notarial Español (¿un cierre en falso?), quizás estemos todavía a tiempo de experimentarlo.

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