| UNA LLAMADA AL SENTIDO COMÚN Estimados compañeros: No es nuestra intención asumir ningún protagonismo, sino sumar nuestra voz a la de los muchos que ya lo han hecho, desde colectivos notariales o individualmente, para hacer un último intento antes de que la reunión constitutiva del nuevo Consejo General materialice un acuerdo excluyente que ahondará la división en el notariado y no facilitará la solución de los problemas que afronta. Por ello os presentamos las consideraciones que siguen. En relación a los acontecimientos que se vienen sucediendo desde el día 16 de noviembre del 2008, día de las elecciones a las Juntas Directivas de los Colegios Notariales de España y muy especialmente desde el pasado 7 de åéciåïcråï#fçãka§ço ù÷g ûëo ëïotëó#cïï#lïó#rïówaï÷gs°û#sùï#nûãsiw{era haberlos escuchado, 11 decanos electos acordaron el reparto de los cargos en el seno del futuro Consejo General y su Comisión Permanente, los firmantes del presente escrito CONSIDERAMOS que: 1º.- Nuestro sistema de representación corporativa adolece de graves deficiencias, que fueron denunciadas en los programas electorales de varias de las candidaturas presentadas, tanto de las que resultaron electas como de las que no, por lo que, sin perjuicio de su acatamiento, consideramos irrenunciable su reforma en un sentido plenamente democrático: un notario, un voto. 2º.- El sentido común y el recto entendimiento de los principios democráticos nos dice que los órganos representativos deben formar su opinión teniendo en cuenta la amplia diversidad de opiniones existente en la profesión, sin exclusiones. Al no existir un parlamento en el que estén representadas las opciones del gobierno y la oposición, es un deber inexcusable de los miembros de nuestro máximo órgano velar porque nadie se sienta excluido de la representatividad que el Reglamento atribuye en exclusiva a quienes han salido elegidos. 3º.- Los hechos demuestran que esto no está siendo así. Las actuaciones de una mayoría coyuntural de decanos están excluyendo a una minoría doblemente cualificada. Primero, por representar a dos de los Colegios numéricamente más importantes y con mayor peso político. Segundo, porque obtuvieron su elección con un amplísimo respaldo electoral en coyunturas francamente complicadas defendiendo una política de integración y acuerdos contraria a la llevada a cabo por el Consejo General saliente. Constituye pues un gravísimo error la injustificable exclusión de 6 decanos de los mecanismos de formación y reparto de los cargos ejecutivos del Notariado, reduciendo el concepto de democracia a una mera suma aritmética. 4º.- Disentimos del tenor del escrito de la Comisión Permanente del CGN, órgano en funciones y con representatividad cuestionable, por cuanto varios de sus miembros carecen de la condición de decanos y por encontrar en él falsedades e inexactitudes únicamente explicables desde la voluntad de mantener a ultranza un férreo control sobre los máximos organismos rectores del Notariado. 5º.- Por todo lo anterior, los abajo firmantes DECLARAMOS: a) Que el déficit democrático que la regulación corporativa del notariado contiene, concretamente la igualdad del voto de todos los decanos con independencia del número de colegiados y la inexistencia de cauces ordinarios de participación de los colegiados que encarnen posiciones discrepantes -sólo se contemplan los recursos extremos a las mociones de censura-, debe ser suplido con el recurso a la equidad y sobre todo al sentido común, lo que implica evitar la exclusión aunque la estricta legalidad lo permita, de Colegios enteros, y atender a la opinión de los discrepantes. En particular y dada la importancia de la cuestión y la gravedad de la situación, pedimos que los actuales Decanos convoquen Juntas Generales previas a la constitución y reparto de cargos dentro del Consejo para conocer la opinión de los colegiados, sin que puedan ser suplidas por juntas informativas posteriores, cuando la decisión ya esté tomada y sea irreversible. b) Las actuaciones de once decanos y de un Consejo General en funciones por el momento no van en esa dirección, sino que al contrario, profundizan en dos errores gravísimos: la división y el enfrentamiento en el seno del notariado y en la falta de entendimiento con los registradores, siendo absolutamente necesarias tanto la unidad interna como el entendimiento externo en el actual proceso de la hoja de ruta. Se consolida por esta vía una ruptura en el notariado provocada por la mayoría de los representantes contrario al sentir real de la mayoría de los notarios. c) Nos sentimos por ello no sólo legitimados, sino moralmente obligados con quienes nos otorgaron su confianza en las urnas, de forma numérica tan relevante, a alzar nuestra voz para tratar de evitar que una coyuntural mayoría de decanos que no se corresponde con la mayoría de los notarios, perpetúe la división en el notariado y entendemos que el interés general y el sentir mayoritario exige la presencia real y activa de los Colegios de Madrid y Cataluña en la realización de la política del notariado, lo que implica, cuando menos, su pertenencia a la Comisión permanente. Apelamos no sólo a los Decanos electos sino a todos los miembros de la Juntas Directivas a que ello sea así, pues el notariado lo demanda.
Valencia, San Sebastián, Palma de Mallorca, 20 de enero de 2009. Firmado: Miguel Vicente-Almazán Pérez de Petinto. Notario de Valencia. F. Javier Oñate Cuadros, Notario de San Sebastián. Luis Pareja Cerdó, Notario de Palma de Mallorca.
Nota de la Redacción: Original recibido por correo electrónico y publicado en aplicación y con el alcance de los artículos 1, 3 y 6 del visitas desde el 28 de enero de 2009 |
|
