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INDIGNACIÓN SOCIAL: UTOPÍA Y ECONOMÍA
 

Daniel Iborra Fort, Notario de Vilafranca del Penedès (Barcelona)

 

Hace tiempo, nos hicimos eco de un artículo del profesor JOSE CARLOS JARILLO (“Visión ecológica del paro”) publicado en la revista ACTUALIDAD ECONÓMICA.

Dentro de él se recogía el siguiente hecho histórico: “el sitio de Amberes por las tropas españolas, en 1.584. Unos cuantos habitantes de la ciudad y los pueblos, encontraron el procedimiento para burlar esta presión sobre la ciudad, que irremediablemente iba a provocar la rendición por falta de alimentos. Lógicamente, el precio a que se vendían los alimentos era astronómico, por lo que las Autoridades, a requerimiento de los ciudadanos, decidieron intervenir para evitar esta especulación a costa de la explotación de gran parte de la población.

La Junta Provisional de Gobierno de Amberes decretó la pena de muerte para los que osaran vender los productos por encima de unos listados de precios máximos. Los habitantes de Amberes respiraron tranquilos pensando que, de esta manera, los productos tendrían un precio más justo y al alcance de todos.

Pero sin el incentivo de una gran beneficio, los contrabandistas dejaron de jugarse la vida, buscando, como el resto de ciudadanos, una actividad más tranquila, y sin esa vía de avituallamiento, la ciudad se rindió en poco tiempo”.

De este caso podemos extraer un conjunto de reflexiones sobre la relación entre Utopía y Economía.

Conviene, previamente, recordar la importancia de la Economía en la vida de los pueblos.

La producción de un país es lo que determina su nivel de vida y con él su nivel cultural y educativo, el grado de libertad de sus habitantes y hasta la calidad de su sistema político.

Un país que descuida su producción está condenando a sus habitantes a un futuro decadente, con el consiguiente peligro para su estabilidad social y política interna e incluso para su independencia nacional y esto lo han entendido dirigentes de todos los colores desde los socialistas de Brasil a los comunistas de China que hicieron una poda de sus principios ideológicos para sacar a sus países de la miseria.

     El éxito de los productos de las empresas nacionales en los mercados es la única simiente (el sector público ya no puede ser el secante del desempleo) que hará brotar nuevos puestos de trabajo en sus economías y la calidad de la formación de sus trabajadores la que evitará que estos pasen a manos exteriores, en  un mundo globalizado y con espacios geográficos con libre circulación de bienes y de personas.  

La aceptación de estos puntos anteriores por la gran mayoría de ciudadanos, es fundamental para asegurar la prosperidad de un régimen político democrático.

No tiene sentido que todo el mundo comprenda que el turismo tendrá un buen año, dado la situación favorable de nuestro país en relación a otros destinos turísticos cercanos con problemas y que ello supondrá, según nuestras autoridades, un crecimiento de la producción y del empleo y no se entienda que esto se podría reproducir en todos los sectores si los gobernantes mejoraran las condiciones financieras y legales del sector productivo nacional haciéndolo más competitivo y sacándole de la asfixia financiera  actual. (1)

Nos vamos al ejemplo anterior. Un grupo de ciudadanos presiona a las Autoridades y éstas imponen un nuevo orden económico, en principio, mucho más justo que el anterior, en el que desaparecerían las injusticias, la explotación y la especulación.

¿Era viable el nuevo orden económico?

Si seguimos el ejemplo, comprobaremos que no. El nuevo orden acabó con las vidas y el patrimonio de sus habitantes ¿Cómo es posible que los ciudadanos no previnieran este desgraciado final?

Creo que, en estos casos, hace falta la coincidencia de una minoría habilidosa en la exposición de un ideario atractivo emocionalmente y una población poco inteligente y ayuna de experiencia. La primera hace soñar a sus oyentes que el suministro no se interrumpirá con el nuevo orden y que además se beneficiarán de unos productos a precios bajos y al alcance de todo el mundo,

Normalmente, estos antecedentes derivan en una situación de desencanto social cuando la población comprueba que estos planteamientos no se cumplen, viendo como se va empobreciendo su nivel de vida.

Pero cuando adquiere la experiencia de la realidad de los planteamientos utópicos, suele ser tarde.

Lo que sucede es que los comportamientos humanos suelen habituarse rápidamente a las nuevas circunstancias, y privados los riesgos de una compensación adecuada, es lógico que nadie quisiera asumirlos.

Este ejemplo nos evidencia la limitación de la ordenación del comportamiento humano en la Economía. El buen gobernante es el que se adapta a la psicología de los ciudadanos y les saca el máximo de provecho para la Comunidad.

La manera que los ciudadanos asuman voluntariamente funciones complejas y de alto interés social, es el que encuentren una recompensa a sus esfuerzos, sino dejarán de atenderlas, ya que el número de ciudadanos desinteresados es mínimo.

El culpable de la situación de desabastecimiento no es, como normalmente suelen decir los dirigentes fracasados, de los que dejaron de jugarse la vida para realizar una función de vital importancia, sino del nuevo orden, impuesto por ellos, que lo impidió.

La intervención de las Autoridades, en principio bien intencionada, finalmente fue nefasta para los intereses de la colectividad, ya que provocó su ruina total,

Lo que las Autoridades y la población indignada evidenciaron, es un desconocimiento de las leyes económicas y de las normas que rigen el comportamiento humano.

Tal vez si las Autoridades hubieran conocido las leyes de entorno económico-social, y hubieran dejado de intervenir como lo hicieron, los hechos podrían haber tenido el siguiente proceso: los extraordinarios beneficios hubiesen animado a otros emprendedores, incrementando la oferta de alimentos y bajando los precios de esta manera se hubiera conseguido lo más importante en aquellos momentos, el defender la ciudad y la reducción de precios se hubiera obtenido por un cauce más natural y más efectivo.

Como la función de contrabandista, era libre para cualquier persona, si la población hubiera sido más precavida, se hubiera asegurado el suministro, obligando a los propulsores del nuevo orden a traspasar el cerco a los precios fijados por ellos, transformando a los dirigentes de sueños y de palabras en emprendedores al servicio del Pueblo.

Si a lo anterior le damos un valor más general, recordaremos que el número de experiencias empresariales va generalmente ligado a las condiciones del entorno empresarial. Cuanto más favorables sean las condiciones, mayor número de actividades empresariales se pondrán en marcha (2). Todo ello es una garantía para el mantenimiento y expansión de la oferta de productos, para el crecimiento del empleo y la estabilización de precios.

Una política agresiva en relación al mundo empresarial puede satisfacer, momentáneamente, ciertos sentimientos y frustraciones de la población, pero a medio plazo se convierte en una política enormemente negativa para el progreso y el nivel de vida de las naciones.

No es extraño, pues, que las políticas económicas antiempresariales a medio plazo degeneren en procesos inflacionistas, al mermar la oferta de bienes, en elevaciones de las tasas de paro, al contraer el número de experiencias productivas, en la reducción de las bases imponibles de los impuestos y de sus contribuyentes a la financiación de los gastos sociales y, en definitiva, en hacer inviable el Estado del Bienestar.

Esto, tal vez explique el fracaso de los proyectos utópicos en la Economía, que sirvieron más para afianzar el progreso social y económico de las clases dirigentes de la Utopía, que para asegurar y mejorar el nivel de vida y de libertad de sus pueblos.

 

VILAFRANCA DEL PENEDÉS 21 DE JUNIO DE 2.011

DANIEL IBORRA FORT

ANALISTA DE INVERSIONES Y NOTARIO

 

 

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(1) Si queréis comprobar como gente de diferentes sectores profesionales y económicos y altamente cualificados, coinciden en un diagnóstico y un programa para salir de donde estamos, os recomiendo que os hagáis con el trabajo TRANSFORMA ESPAÑA DE LA FUNDACIÓN EVERIS  y del que ofrecimos un resumen en un artículo anterior ¿TIENE ALGÚN FUTURO ESPAÑA? Es uno de los mejores análisis críticos sobre el deterioro de la situación política y económica actual, con una serie de propuestas sólidas y competentes para evitar  que el número de indignados continúe creciendo.  

(2) Ver el artículo “CÓMO SOLUCIONAREMOS EL PROBLEMA DEL PARO”

 

 

 

 

TRANSFORMA ESPAÑA

CÓMO SOLUCIONAR EL PROBLEMA DEL PARO

CÓMO MEJORAR LA CLASE POLÍTICA: 1 Y 2

¿ERA TAN DIFÍCIL PREVER LA CRISIS?

¿CUANDO SALDREMOS DE LA CRISIS?

REDUCCIÓN ARANCELARIA

MEDIDAS 22 Y 23 DEL GOBIERNO

SECTOR PÚBLICO Y CRISIS

¿CUÁNDO SE RECUPERARÁ EL MERCADO DE VIVIENDAS?

EL DESASTRE PERFECTO

COMIENZO DE LA CRISIS AQUÍ Y EN EEUU

¿SALDREMOS EN 2010 DE LA CRISIS?

RECETAS CON ÉXITO

POESÍA Y PROGRESO DE LAS NACIONES

¿ES EL ESTADO UN GESTOR EFICIENTE?

QUÉ HEMOS HECHO MAL

   

 

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